Tener la calefacción ajustada a 19 °C o 20 °C, la temperatura recomendada para las viviendas en invierno, debería ser suficiente, en teoría, para sentirte bien. Sin embargo, a menudo se tiene sensación de frío, incluso con esta temperatura. ¿Por qué ocurre este fenómeno y cómo remediarlo sin subir el termostato? Esto es lo que hay que saber para comprenderlo y mejorar su confort.
¿Por qué tiene frío a pesar de una temperatura adecuada?
La sensación de frío no solo depende de la temperatura
La temperatura que marca su termostato es solo una parte de la ecuación. Su percepción del calor se ve influida por otros factores, entre los que se incluyen:
- La humedad: un nivel de humedad demasiado bajo (inferior al 40 %) reseca el aire y puede dar la sensación de que hace más frío. Por el contrario, una humedad excesiva (superior al 60 %) puede hacer que el ambiente resulte incómodo y húmedo.
- Las corrientes de aire: las ventanas mal aisladas o las infiltraciones de aire frío por las puertas pueden enfriar el aire ambiente y reducir su confort térmico.
- La temperatura de las superficies: Las paredes, los suelos y las ventanas fríos pueden dar una sensación de frescor, incluso si el aire ambiente está a 19 °C. Este fenómeno, conocido como radiación térmica, puede influir significativamente en su sensación.
- Su actividad: Si permanece sentado o inmóvil durante mucho tiempo, su cuerpo produce menos calor, lo que puede acentuar la sensación de frío.
Cada cuerpo reacciona de forma diferente
La sensación de frío varía de una persona a otra. Las personas mayores, los niños o aquellas con un metabolismo más lento suelen ser más sensibles al frío. Además, la sensación también puede depender de la ropa que lleve o de su alimentación, que influyen en la producción de calor corporal.

Lo que debe hacer para mejorar su confort
Equilibre la humedad
Invierta en un higrómetro para medir el nivel de humedad de su vivienda. Si el aire es demasiado seco, utilice un humidificador o coloque recipientes con agua cerca de los radiadores. Por el contrario, si el aire es demasiado húmedo, puede ser necesario un deshumidificador. Un nivel de humedad en torno al 50 % es ideal para un confort térmico óptimo.
Limite las corrientes de aire
Asegúrese de que sus ventanas y puertas estén bien aisladas. Instale burletes para bloquear las infiltraciones y compruebe el estado de las juntas de sus ventanas. Si sus ventanas son antiguas, considere la posibilidad de añadir una lámina aislante térmica para reducir las pérdidas de calor.
Caliente las superficies frías
Los suelos y paredes fríos contribuyen a la sensación de frescor en la habitación. Coloque alfombras gruesas en el suelo para mejorar el aislamiento térmico y añada cortinas térmicas para limitar las pérdidas de calor en las ventanas. Si tiene un sofá o una cama contra una pared fría, intente moverlo ligeramente para evitar el contacto directo.
Haga circular el calor
Utilice un ventilador de estufa o un pequeño ventilador eléctrico para distribuir el calor de manera uniforme por la habitación. Esto puede evitar que algunas zonas sean más frías que otras, incluso con la calefacción ajustada correctamente.

Adapte su ropa
A veces, la solución más sencilla es vestirse adecuadamente. Opte por capas ligeras y transpirables, como un jersey de lana o ropa térmica. No olvide los calcetines gruesos para evitar perder calor por los pies.
Manténgase activo
Si pasa mucho tiempo sentado o inmóvil, su cuerpo produce menos calor. Haga una pausa para moverse, caminar o incluso hacer un poco de ejercicio para reactivar la circulación sanguínea y aumentar la temperatura corporal.
¿Hay que subir la temperatura del termostato?
Antes de plantearte subir la temperatura, es mejor comprobar que tu vivienda está bien optimizada para mantener el calor. Subir el termostato por encima de 19-20 °C puede aumentar significativamente tu consumo de energía y tu factura. Sin embargo, si todas las soluciones anteriores no son suficientes, se puede considerar aumentar la temperatura 1 °C, pero manténgase dentro de lo razonable. Es normal sentir frío incluso con la calefacción a 19 °C o 20 °C, ya que hay muchos factores que influyen en la percepción del calor. En lugar de subir el termostato, apueste por un mejor aislamiento, una gestión adecuada de la humedad y soluciones sencillas como alfombras o ropa adecuada. Estas medidas le ayudarán a maximizar su comodidad y a controlar su consumo de energía. Así que, antes de tocar la calefacción, pruebe estos trucos para mantenerse caliente este invierno.