Es un gesto tan sencillo como desconocido, pero también rodeado de ideas erróneas, ya que parece contrario a la intuición: mucha gente cree erróneamente que dejar la puerta abierta es más seguro en caso de incendio. En realidad, es todo lo contrario.
Si todo el mundo pensara en cerrar las puertas de las diferentes habitaciones de su vivienda antes de irse a dormir, esto podría «salvar vidas». Este es el mensaje de una campaña de prevención lanzada en 2019 por la UL FSRI, un instituto de investigación estadounidense especializado en la seguridad de los bomberos.
¿La explicación?
En caso de incendio, «una puerta cerrada puede constituir una barrera eficaz contra el monóxido de carbono, el humo y las llamas», resume la UL FSRI.

Según el instituto de investigación, cerrar las puertas antes de irse a dormir es una medida «más importante que nunca». De hecho, en caso de incendio, las llamas se propagan ahora más rápidamente en las viviendas que en el pasado, según ha constatado el UL FSRI.
Hoy en día, cuando se declara un incendio, se dispone de una media de tres minutos para abandonar una casa en llamas antes de que sea demasiado tarde. Hace cuarenta años, ese plazo era de diecisiete minutos, según las cifras facilitadas por el instituto, que se refieren a Estados Unidos.
¿El motivo?
El uso de plástico, un material inflamable, en los muebles modernos, o incluso la construcción de grandes espacios abiertos en los edificios nuevos, explica la revista estadounidense Southern Living.
Por lo tanto, cada segundo cuenta. Al ralentizar la propagación de las llamas y los humos tóxicos, una puerta cerrada puede ahorrarle un tiempo precioso y salvarle la vida.

Es un gesto tan sencillo como desconocido, pero también rodeado de ideas falsas, ya que parece contrario a la intuición: mucha gente piensa, erróneamente, que dejar la puerta abierta es más seguro, ya que así se podría salir más rápido en caso de emergencia…
Según una encuesta realizada en por la UL FSRI, solo el 29 % de los encuestados afirmaba dormir siempre con la puerta de su habitación cerrada.
Sin embargo, antes de aplicar esta medida, hay que asegurarse de que hay un detector autónomo de humo (Daaf) instalado en la habitación en cuestión, ya que, como nos ha señalado uno de nuestros lectores, que también es bombero profesional, «muchos incendios se producen también en los dormitorios, por ejemplo, por una regleta sobrecargada». Sin este dispositivo, «si se produce un incendio en su dormitorio con la puerta cerrada, morirá intoxicado por el humo, que permanecerá en la habitación sin poder propagarse hasta el Daaf fuera del dormitorio y, por lo tanto, nunca sonará la alarma para despertarle».