Aunque en principio es una tarea muy sencilla, a veces nos encontramos con huevos que simplemente no se dejan pelar. La cáscara se rompe en pedazos pequeños, se clava dolorosamente bajo las uñas, cuesta mucho separarla del huevo y, cuando por fin lo conseguimos, se lleva consigo un trozo de clara. Como resultado, todo el huevo queda cubierto de antiestéticos agujeros y nuestra irritación alcanza su punto álgido. Sin embargo, puedes cambiar esto. Solo tienes que conocer este método para pelar huevos y podrás olvidarte de la tediosa lucha con la cáscara de una vez por todas.
¿Por qué a veces la cáscara no se desprende?

Puede que te sorprenda, pero una cáscara que cuesta de quitar no es sinónimo de mala calidad del huevo. Al contrario, los problemas para pelar un huevo pueden deberse a que es muy fresco. Esto se debe al nivel de pH del huevo, que es bajo en los huevos frescos y hace que el huevo se adhiera más fuertemente a la membrana de la cáscara. Con el paso de los días, el nivel de pH del huevo aumenta, lo que debilita la unión con la membrana y hace que el huevo sea mucho más fácil de pelar. Otra cuestión es el tiempo de cocción, ya que si es demasiado corto o demasiado largo también afecta negativamente a la facilidad con la que se desprende la cáscara.
Truco para pelar huevos

Todo el mundo conoce el método clásico: romper la cáscara y quitar los trozos rotos, pero hay una forma más sencilla de hacerlo. Para ello, solo necesitarás huevos cocidos, un pequeño recipiente de plástico con tapa y un poco de agua. Coloca el huevo en el recipiente, échale agua, ciérralo y agítalo con fuerza. El huevo, al golpearse contra las paredes de la caja, se romperá y, con la ayuda del agua que hay en su interior, se pelará solo, y tú ya no tendrás que luchar más con la cáscara que cuesta tanto quitar.