¿Y si esta hoja muerta no fuera tal? En varias regiones del mundo, una criatura discreta engaña al ojo humano, al igual que a sus depredadores. Invisible durante el día, activa durante la noche, ha llevado el arte del camuflaje a un nivel fascinante.
¡Una araña ingeniosa que teje sus telas bajo el agua para poder respirar!
El género Poltys agrupa a las arañas orbitelas, expertas en la fabricación de telas en espiral. Nocturnas, construyen o reparan su tela al atardecer para capturar insectos voladores, y luego se la devoran al amanecer. ¿Durante el día? Silencio total. Estas arañas se enrollan en forma de bola, se fijan en un lugar concreto y se hacen pasar por una ramita, una corteza o una hoja muerta.

Esta estrategia es el resultado de una evolución gradual por selección natural: ligeras protuberancias en el cuerpo, colores más parecidos al follaje, textura que recuerda a una nervadura. A lo largo de las generaciones, solo los individuos mejor camuflados escapaban de los depredadores y transmitían sus genes. El resultado es una sorprendente diversidad de formas que imitan la vegetación, que hoy en día se observa en decenas de especies en África, Asia y Australia.
La araña hoja muerta y otros maestros del engaño
Entre ellas, la Poltys idae, originaria de Asia, es conocida como la araña hoja muerta. Su camuflaje es tan sofisticado que incluso reproduce las nervaduras, la textura y el pecíolo de una hoja real.

Otras especies, como Phrynarachne ceylonica, van aún más lejos: imitan los excrementos de las aves, incluido el olor, lo que disuade a los depredadores y atrae a las moscas.