El Parlamento y el Consejo Europeos llegaron a un acuerdo el jueves sobre la evolución de la protección de los servicios de pago. Los consumidores se beneficiarán de una mayor protección contra el fraude en línea y los gastos ocultos.
Pagar en línea será mucho más seguro. La Unión Europea acaba de adoptar nuevas normas que obligan a los bancos a reembolsar a sus clientes en caso de fallo de seguridad. Las plataformas de Internet también deberán asumir su parte de responsabilidad frente a las estafas. Y hay buenas noticias: todos los gastos bancarios deberán aparecer claramente indicados antes de cada transacción. El acuerdo salvador, que cambia muchas cosas para los consumidores, fue validado el jueves.
Los bancos asumen su responsabilidad en caso de negligencia
Lo que acaban de decidir el Parlamento Europeo y el Consejo no puede ser más sencillo. Si su banco no hace lo necesario para protegerle del fraude, será él quien pague. En concreto, antes de cada transferencia, deberá comprobar que el nombre del destinatario coincide con su número de cuenta. En la medida ya está en vigor desde hace poco. Si algo no cuadra, el pago se bloqueará y se le avisará inmediatamente.
Los bancos y otros agentes del sector de los pagos estarán obligados a ofrecer límites de gasto personalizables y dispositivos de bloqueo. A esto hay que añadir que cualquier transacción iniciada o modificada por un estafador se considerará automáticamente no autorizada. El proveedor deberá entonces reembolsar la totalidad del importe desviado, sin posibilidad de demora. El proveedor destinatario deberá incluso bloquear las operaciones sospechosas.

El acuerdo también prevé un mecanismo específico contra el fraude por suplantación de identidad, es decir, cuando un estafador se hace pasar por un empleado del banco. Tan pronto como la víctima denuncie los hechos a la policía y a su entidad, el reembolso total será automático. Un avance concreto para las víctimas, que con demasiada frecuencia se ven abandonadas en un laberinto administrativo.
Transparencia en los gastos ocultos y facilitación de las retiradas de efectivo
Europa también ha querido dejar las cosas claras en lo que se refiere a las denominadas «plataformas en línea», es decir, básicamente todo el entorno de pago en Internet, empezando por los sitios web de venta en línea. Si se denuncia una estafa en su plataforma y no la retiran, deberán indemnizar a los bancos que hayan reembolsado a las víctimas. Facebook, Google, Amazon y otros gigantes de la web ya no podrán hacer la vista gorda ante los anuncios fraudulentos. La medida amplía de hecho la Ley de Servicios Digitales (DSA) europea ya en vigor.
La transparencia financiera también fue un tema central de los debates y ahora se convierte en la norma. Antes de cada operación, los clientes deberán recibir información exhaustiva sobre todos los gastos aplicables, tanto en las conversiones de divisas como en las retiradas de cajeros automáticos, independientemente del operador. Los anunciantes de servicios financieros deberán demostrar a las grandes plataformas y motores de búsqueda que disponen de las autorizaciones legales necesarias.

Para facilitar el acceso al efectivo en las zonas rurales, los comercios minoristas podrán ofrecer retiradas de entre 100 y 150 euros sin obligación de compra. El eurodiputado danés Morten Løkkegaard, ponente de la directiva, comenta que «además de en los cajeros automáticos, ahora se podrá retirar dinero en una tienda sin estar obligado a realizar una compra, lo que garantiza que el efectivo siga siendo un medio de pago auténtico y práctico». » El acuerdo debe ahora ser adoptado formalmente por el Parlamento y el Consejo antes de su entrada en vigor, lo que será una mera formalidad.