En otoño lo bebo en lugar del café de la mañana. Tengo más energía y me concentro mejor.

En lugar de una taza de café, tómate por la mañana una taza de cacao espeso y aromático. No solo te calienta en las mañanas frías, sino que también mejora la concentración, el estado de ánimo y te da energía, sin cambios bruscos de presión arterial. Cada vez más personas vuelven a esta bebida de su infancia al descubrir sus propiedades saludables. Porque el cacao, si es de buena calidad, es mucho más que un postre dulce.

En otoño e invierno necesitamos mucho más calor, energía y algo que nos calme los nervios cuando los días se vuelven más cortos y grises. Muchas personas recurren a otra taza de café, pero yo recomiendo otra opción: una taza de cacao amargo. Se trata de una bebida con una larga historia que ya en la antigüedad se consideraba una fuente de fuerza y salud. Antiguamente, los aztecas y los mayas la bebían, creyendo que mejoraba la capacidad de pensar y el estado general del organismo. Hoy en día, la ciencia confirma que los granos de cacao molidos contienen una gran cantidad de valiosos nutrientes.

La bebida de los dioses

El cacao es una bebida con una historia que se remonta a miles de años. Para las antiguas civilizaciones de América del Sur era un regalo de los dioses, un símbolo de fuerza y energía. El cacao auténtico y sin procesar se elabora a partir de granos de cacao que, tras ser fermentados y tostados, se muelen hasta convertirlos en un polvo fino. A diferencia de las populares «bebidas de cacao» que se venden en las tiendas, que contienen principalmente azúcar y leche en polvo, el cacao puro tiene un sabor intenso y ligeramente amargo y un verdadero valor nutricional.

El mejor cacao es el que contiene un 100 % de granos naturales, sin azúcar añadido ni aromas artificiales. Cuanto menos procesado, más flavonoides, magnesio y hierro contiene. Estas sustancias favorecen el sistema nervioso, mejoran la concentración y ayudan al sistema circulatorio. El cacao de buena calidad es más caro que las mezclas instantáneas, pero su aroma y propiedades son incomparables. También vale la pena prestar atención al origen del producto: el cacao de Perú, Ghana o Ecuador tiene el sabor y el aroma más intensos.

granos de cacao molidos

Al comprar cacao, también hay que tener en cuenta que es un producto naturalmente graso, ya que contiene manteca de cacao, que le da su cremosidad. Por eso, la bebida elaborada con granos auténticos es más aterciopelada y saciante. No en vano, en la antigüedad se servía a los guerreros antes de la batalla, ya que les daba fuerzas y mejoraba sus reflejos y su concentración.

¿Qué aporta el consumo diario de cacao?

El cacao auténtico no es solo un dulce capricho, sino también una fuente de muchos nutrientes valiosos. Contiene magnesio, hierro, calcio y potasio, que favorecen el funcionamiento del corazón, los músculos y el sistema nervioso. También es rico en antioxidantes, que ralentizan los procesos de envejecimiento, tienen potencial anticancerígeno y antiinflamatorio y refuerzan la inmunidad. Gracias a la presencia de teobromina y pequeñas cantidades de cafeína, tiene un efecto estimulante, pero más suave que el café, por lo que no provoca caídas repentinas de energía, irritabilidad o aceleración del ritmo cardíaco.

¿Qué aporta el consumo regular de cacao? Puede mejorar el estado de ánimo, ya que estimula la secreción de serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad. También favorece el sistema circulatorio, reduce la presión arterial y el nivel de «colesterol malo». Tiene efectos beneficiosos para el cerebro, ya que mejora la memoria y la concentración, por lo que es ideal como bebida matutina o después de la comida, cuando se necesita un aporte extra de energía. Curiosamente, el sabor y el aroma del cacao también reducen la concentración de la hormona del hambre (grelina), lo que disminuye el apetito y las ganas de picar entre horas.

El cacao está especialmente recomendado para personas expuestas al estrés, que realizan trabajos mentales y también para deportistas, ya que restaura las fuerzas y favorece la regeneración. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todo el mundo debería tomarlo a diario. Las personas con reflujo, úlceras de estómago o hipertensión deben tener cuidado con la cantidad. Es mejor elegir la versión sin azúcar y no excederse con la leche, ya que así la bebida conserva sus mejores propiedades.

Receta para un buen cacao

No hay nada más agradable que una taza de cacao caliente en una fría mañana de otoño. Siempre lo preparo con leche de vaca o de avena, con un poco de miel (para endulzar) y una pizca de canela (para darle sabor y aroma). Este cacao no solo es delicioso, sino también saludable y saciante.

Receta para un buen chocolate caliente

cacao con canela

Ingredientes:

  • 250 ml de leche,
  • una cucharada de cacao natural,
  • una cucharadita de miel,
  • una pizca de canela.

¿Cómo preparar un buen cacao? La receta no es complicada. Calienta un poco un vaso de leche (puede ser vegetal o normal) en una cacerola, sin dejar que hierva. En un recipiente aparte, mezcla una cucharada de cacao natural con una cucharadita de miel y un poco de leche ligeramente caliente, hasta obtener una masa homogénea. A continuación, viértela en la cacerola y remueve bien hasta que los ingredientes se mezclen. Calienta un poco más para que el cacao esté caliente (pero no hirviendo). Por último, añade una pizca de canela y remueve. Viértelo en una taza o vaso y bébelo inmediatamente después de prepararlo.