Los meses de invierno suelen traer consigo un aire seco o, por el contrario, demasiado húmedo en el hogar. Sin embargo, existe una forma sencilla y casera de mejorar su calidad sin necesidad de costosos aparatos. Basta con colocar debajo de la cama un cuenco con un popular polvo de cocina y añadir unas gotas de aceite esencial natural: ¡el efecto sorprende más que muchos ambientadores!
¿Qué se consigue colocando un cuenco con bicarbonato debajo de la cama?
El bicarbonato tiene la capacidad de unir las moléculas de agua, lo que reduce el exceso de humedad en la habitación. Esta es una característica muy valiosa, especialmente en otoño e invierno, cuando en algunos hogares puede haber un problema de exceso de humedad en el aire. Estas condiciones afectan negativamente, entre otras cosas, a la calidad del sueño, por lo que colocar un cuenco con bicarbonato debajo de la cama puede aportar muchos beneficios.

El uso de bicarbonato de sodio debajo de la cama también tiene una ventaja adicional: puede reducir el número de ácaros que se reproducen en ambientes húmedos. Al reducir la humedad de la habitación, el bicarbonato de sodio no solo mejora la calidad del aire, sino que también contribuye a crear un entorno más saludable para dormir.
Además, el bicarbonato de sodio actúa como absorbente de olores desagradables. No los enmascara, sino que, al ser un álcali suave, neutraliza eficazmente los vapores ácidos, transformándolos en sales neutras y agua. Por lo tanto, el bicarbonato elimina la causa de los malos olores a nivel químico. Un sencillo truco con un cuenco de este polvo debajo de la cama ayuda a eliminar los olores molestos, como la humedad, el moho o el sudor.
Consejo valioso: En contacto directo, el bicarbonato de sodio puede irritar las membranas mucosas de la boca, los ojos, la garganta o la piel. Tiene propiedades alcalinas que pueden causar, entre otras cosas, ardor y enrojecimiento. Por lo tanto, si hay niños o mascotas en la habitación, coloque el cuenco con bicarbonato de sodio en un lugar alto, fuera de su alcance.
Añade unas gotas y funcionará mejor como ambientador
Gracias a las valiosas propiedades químicas de la sosa, puedes utilizarla no solo como absorbente de humedad o neutralizador de olores, sino también como un ambientador muy eficaz. Para ello, prepara un cuenco ancho y echa en él 4-5 cucharadas de sosa. A continuación, elige un aceite esencial, por ejemplo, de limón para un efecto de frescor o de lavanda para una relajación adicional. Añade unas 10 gotas de tu aceite esencial favorito y mézclalo suavemente para que se distribuya uniformemente.

Coloca el cuenco debajo de la cama, preferiblemente en el centro, para reducir el riesgo de que se derrame. También puedes colocarlo en otro lugar del dormitorio: el bicarbonato absorberá la humedad y los olores, y el aceite esencial aportará un aroma agradable y natural. Cambia la soda cada 7-10 días para mantener su eficacia, ya que con el tiempo se saturará de humedad y perderá sus propiedades. Antes de cambiarla, puedes mezclar suavemente el contenido para prolongar su efecto, pero es el cambio regular lo que garantiza la frescura constante del aire.