Desafío «cero calefacción» este invierno: 8 medidas que puede adoptar en su hogar

El invierno se acerca a pasos agigantados y este año se ha propuesto un reto: prescindir de la calefacción. ¡Respeto! ¿Y si le ayudamos a superar este desafío?

1770 €. Es la cantidad media que gastan los en calentar sus viviendas en 2020 . Una factura que aumenta cada año. Por lo tanto, para ahorrar energía, todas las soluciones son posibles. Incluso prescindir por completo de la calefacción este invierno. Pero, ¿es realmente posible sin sacrificar cierto confort térmico? ¿Quiere intentarlo? ¡Aquí tiene nuestros 8 consejos para conseguirlo!

1. Refuerce el aislamiento térmico de su vivienda

Según la Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía (Ademe), «las ventanas y los elementos abatibles representan entre el 10 y el 15 % de las pérdidas térmicas». Para poder pasar el invierno sin calefacción, es mejor tener una vivienda bien aislada del frío exterior. ¡Este es el primer paso! Calafatear las ventanas, cambiar las juntas de estanqueidad, aislar la puerta de entrada, rellenar las grietas: eliminar las corrientes de aire es esencial para conservar el máximo calor en el interior de su vivienda. Cinta de espuma, láminas para ventanas: hay muchas soluciones económicas a su disposición. Si su vivienda forma parte de los 5,2 millones de «coladeras térmicas» , tendrá que realizar obras de renovación energética más importantes (aislamiento del ático, del tejado, de las paredes, etc.).

instala juntas en las ventanas

2. Añada burletes a las puertas, como en casa de la abuela

Este año, los burletes vuelven con fuerza. Si antes predominaba la versión «dog sausage», hoy en día hay de todo tipo. De diseño. Retro. Unilaterales. Dobles. De lana, tela, seda o cuero. Son compatibles con cualquier tipo de puerta, económicos y muy prácticos para reforzar el aislamiento de su hogar.

3. Aproveche el efecto invernadero durante el día y cierre las contraventanas al caer la noche

Cuando hace buen tiempo, las cortinas y las contraventanas deben estar abiertas para captar los rayos del sol. El calor acumulado calentará su vivienda. Se disipará lentamente, gracias al efecto invernadero provocado por las superficies acristaladas (ventanas, ventanales). Siguiendo la misma lógica, es mejor cerrar las contraventanas cuando cae la noche, ya que las temperaturas bajan. Es una buena forma de reforzar el aislamiento térmico, al tiempo que se limita la fuga de aire caliente.

4. Combata la humedad

Fuente de incomodidad, un nivel elevado dehumedad puede hacer que renuncie a vivir sin calefacción este invierno. Sensación de frío. Olor a moho. Riesgos de alergia respiratoria. Considere seriamente la cuestión. El nivel ideal de humedad oscila entre el 45 % y el 65 %. Un simple higrómetro puede ayudarle a medirlo. Debe saber que el aire de su vivienda se carga de agua a lo largo del día. Este fenómeno se amplifica cada vez que se ducha o cocina. Una solución: ¡ventile su vivienda! Puede parecer contradictorio, pero es necesario ventilar al menos entre 5 y 10 minutos al día para combatir el exceso de humedad. Consejos adicionales:

  • El doble acristalamiento ayuda a combatir la condensación.
  • Las rejillas de extracción y entrada de aire de su vivienda no deben estar obstruidas y deben funcionar correctamente.

5. Caliente los cuerpos en lugar de las viviendas

«No hay mal tiempo, solo ropa inadecuada», decía el escritor británico Alfred Wainwright. Prescindir de la calefacción significa que hay que cambiar algunos de nuestros hábitos. Ya no se puede estar en casa con una simple camiseta. Los jerséis, los cuellos altos y los pantalones de chándal abrigados son imprescindibles. La técnica de la cebolla, que consiste en superponer capas de ropa, es muy popular en los países con climas muy fríos. Se recomiendan 3 capas: una camiseta de manga larga + una camiseta de manga corta + un jersey polar amplio y transpirable. Es preferible llevar pantalones polares o de lana. ¡No te olvides de las extremidades! Los calcetines térmicos son siete veces más cálidos que los clásicos. El gorro es una muy buena idea, aunque poco convencional en casa, ya que el 20 % del calor corporal se escapa por la cabeza.

bien abrigada en casa

6. Come alimentos que te calienten

Las bebidas calientes (café, té, infusiones, vino caliente con moderación) son muy reconfortantes durante la temporada de frío. Sin embargo, no hay que abusar de ellas, ya que a largo plazo envían una señal errónea al cerebro. Este activa el proceso de sudoración para enfriar el cuerpo. Algunos alimentos calientan el cuerpo sin necesidad de consumirlos calientes. Activan la circulación sanguínea y la digestión. Actúan sobre la termogénesis y producen calor en nuestro organismo. Es el caso de especias como el jengibre, la canela, la cúrcuma, el clavo o la pimienta. Adereza tus platos con especias y tómalas en infusiones (chai, glögg). Las legumbres y los guisos son excelentes: pot-au-feu, cassoulet, poule au pot, etc.

7. Ilusiona tu mente con una decoración «chalet de montaña»

No hay nada como una sala de estar acogedora para aportar comodidad y bienestar, incluso sin encender la calefacción. Jugar con la iluminación, los textiles, los materiales brutos y los colores de tu interior te ayudará a conseguir un pequeño nido acogedor y cálido. Apliques de pared, lámparas colgantes, lámparas de mesa: multiplicar las fuentes de luz es el truco ideal para crear un ambiente acogedor. Las lámparas LED inalámbricas o solares son buenas alternativas ecológicas. Opte por la luz cálida. Lana, terciopelo, cachemira, piel sintética: elija los textiles de su interior en función del calor que proporcionan. Los materiales naturales como la lana son ideales para decorar sus sofás con mantas y cojines. La lana rizada está muy de moda y aporta mucha calidez. Una alfombra gruesa de fibras naturales o sintéticas «esponjosas» reforzará el ambiente acogedor y será muy eficaz para aislar el frío suelo de baldosas. Lo mismo ocurre con las cortinas térmicas, que refuerzan el aislamiento de sus ventanales, especialmente si son de cristal simple. Por último, al igual que en los chalets de montaña, decore su salón con muebles de madera sin tratar. Consola. Mesita auxiliar rústica. ¿Por qué no revestir una de sus paredes con madera?

8. Prepare la habitación del Yeti

El Yeti, bien conocido por los pueblos del Himalaya, pasa la mayor parte de su tiempo en las montañas nevadas y frías. No hay duda de que, al caer la noche, este animal legendario se refugia en un lugar acogedor y cálido para reponer fuerzas y prepararse para afrontar el día siguiente… Haga como el Yeti e invierte en un edredón de invierno bien calentito. Un «must have» para que el sueño sea reparador. Si opta por uno sintético, debe fijarse en el gramaje. Debe ser superior a 450 gramos. Los rellenos de plumón son naturalmente más cálidos y requieren un gramaje menor. La mención «edredón de invierno» puede ayudarle a elegir. Otro consejo: no olvide la bolsa de agua caliente, que le mantendrá bien calentito. En los últimos años, la eficiencia energética se ha convertido en un verdadero reto para la preservación del planeta, pero también para la de nuestros bolsillos. Se están probando nuevos enfoques para ahorrar energía. Algunos rompen totalmente con nuestros viejos hábitos. El proyecto belga «Slow Heat», centrado en el ser humano, es un buen ejemplo de ello. Bajar la calefacción de forma drástica o prescindir por completo del calor del radiador: es posible. Pero con dos condiciones. Rediseñar nuestro hogar para que resista las temperaturas invernales. Reaprender los mecanismos de termorregulación de nuestro cuerpo para calentarlo cuando tiene frío.