Una persona inteligente no se basa en corazonadas, sino en probabilidades calibradas. El pensamiento probabilístico, es decir, el enfoque que permite evaluar una situación en términos de probabilidad y no de certeza, es la clave para lograr mejores resultados en diversos ámbitos de la vida. Así lo revelan las últimas investigaciones.
- Los investigadores han señalado cuál puede ser la clave para una mayor inteligencia en la acción
- Las personas inteligentes no se basan en corazonadas, sino en probabilidades calibradas
- El pensamiento probabilístico obliga a una mayor precisión y verificación de las predicciones

Las personas que en una conversación utilizan expresiones del tipo: «Lo considero probable, en un 60 %», pueden ser excepcionalmente inteligentes. Expresarse de esta manera es una manifestación de algo que, en los estudios científicos, se asocia a menudo con una mayor capacidad mental y mejores decisiones. Se trata del pensamiento probabilístico que, según los investigadores, es la clave del éxito.
Las investigaciones realizadas en el marco del Good Judgment Project demostraron que los mejores participantes, los llamados «superpronosticadores», no solo se caracterizaban por su alta inteligencia, sino también por su apertura a diferentes perspectivas. Actualizaban regularmente sus predicciones, expresándolas en forma de probabilidades.

Los estudios sobre la capacidad de cálculo y la reflexión cognitiva arrojaron resultados similares: las personas que son capaces de pensar en términos numéricos y se detienen a reflexionar sobre sus respuestas intuitivas toman mejores decisiones, tanto en cuestiones financieras como de salud.
¿Cómo reconocer a una persona inteligente? Basta con una sola frase
Las personas que piensan de forma probabilística rara vez utilizan afirmaciones del tipo «esto sucederá con toda seguridad». En su lugar, dicen: «Calculo que hay un 70 % de posibilidades de éxito, pero si ocurre X, bajará al 50 %».
De esta manera, sus declaraciones son más precisas y abiertas a cambios. Del mismo modo, en lugar de decir «este estudio demuestra», prefieren afirmar: «Las pruebas son favorables, pero la calidad de la muestra sugiere un 60-65 % de certeza».