Comían al menos un huevo a la semana, después se les examinó el cerebro. Las conclusiones dan que pensar

Los científicos llevan años tratando de comprender cómo la dieta diaria influye en la salud del cerebro y el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas. Una de las últimas pistas son los huevos. En la revista «The Journal of Nutrition» se ha publicado un análisis que estudia la posible relación entre su consumo y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Los resultados son sorprendentes, aunque por ahora deben interpretarse con cautela.

El efecto de los huevos en el cerebro

El análisis abarcó a un grupo de personas mayores, a las que se observó en cuanto a sus hábitos alimenticios y sus funciones cognitivas. Las conclusiones llamaron la atención de los médicos, entre ellos Bartosz Fiałek, reumatólogo que se dedica activamente a la divulgación de conocimientos médicos.

Los huevos son una de las fuentes naturales más ricas en colina de la dieta.

«En un amplio estudio realizado con personas mayores, aquellas que comían al menos un huevo a la semana tenían un 49 % menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y presentaban menos cambios cerebrales típicos de esta (probablemente debido, en parte, a la colina presente en los huevos)», escribió en una de sus publicaciones en Facebook.

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Los participantes que comían huevos también mostraron menos cambios en el cerebro típicos de la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere el posible efecto de los nutrientes contenidos en este producto.

Uno de los principales compuestos sospechosos es la colina, un nutriente esencial para el funcionamiento de las neuronas, el metabolismo de la acetilcolina (un neurotransmisor clave para la memoria) y la regeneración de las membranas celulares. Los huevos son una de las fuentes naturales más ricas en colina de la dieta.

El Alzheimer era menos frecuente

Como subrayaron Bartosz Fiałek y los propios autores del estudio, los resultados del estudio no demuestran que los huevos protejan contra el deterioro cognitivo.

Como subrayaron Bartosz Fiałek y los propios autores del estudio, los resultados del estudio no demuestran que los huevos protejan contra el deterioro cognitivo. Se trata de un análisis observacional, lo que significa que solo muestra una relación estadística, no causal.

«Sin embargo, se trata de un estudio observacional: no demuestra que los huevos protejan contra el deterioro cognitivo, sino que las personas que los consumen padecen Alzheimer con menos frecuencia. El estilo de vida en su conjunto (una dieta saludable, actividad física, higiene del sueño, control de la presión arterial, glucemia, etc.) sigue siendo más importante que un solo producto», señaló.

Los expertos subrayan que ningún producto por sí solo previene la enfermedad de Alzheimer. Lo que importa es el estilo de vida en su conjunto. Los huevos pueden formar parte de una dieta sana y equilibrada, pero no son un «escudo» contra la demencia.

La colina en el punto de mira

Los científicos llevan mucho tiempo interesados en el papel de la colina en el funcionamiento del cerebro. Esto se debe a varios mecanismos:

  • la colina es un precursor de la acetilcolina, un neurotransmisor responsable de la memoria y el aprendizaje,
  • favorece la construcción y la estabilidad de las membranas celulares de las neuronas,
  • influye en los procesos de metilación que regulan la actividad de los genes.

Los estudios en animales incluso sugirieron que una dieta rica en colina puede reducir la acumulación de proteínas patológicas en el cerebro, como la beta-amiloide, pero esto no se ha confirmado de forma concluyente en humanos.