El uso diario de las joyas puede envejecerlas sin que nos demos cuenta. El oro pierde su brillo y ni siquiera nos damos cuenta de cuándo. Por suerte, no se necesitan productos caros ni aparatos especiales para solucionarlo. A veces basta con soluciones sencillas.
El oro, aunque es noble y duradero, no es resistente al paso del tiempo, al sudor, a los cosméticos e incluso al simple polvo. Con el tiempo, cualquier anillo o cadena puede perder su brillo natural. Esto no solo hace que las joyas tengan un aspecto mate, sino que también puede causar daños. Limpiar regularmente las joyas es una de las formas más fáciles de mantener los anillos, pendientes y collares en las mejores condiciones. Puedes hacerlo en casa en solo unos minutos.
¿Cómo recuperar el brillo de las joyas de oro? Utiliza un producto que seguro que ya tienes en casa
No es necesario que incurras en gastos adicionales relacionados con la compra de productos especializados para la limpieza de joyas. Puedes utilizar con éxito un limpiador de cristales común. Asegúrate de que el líquido contenga amoniaco. Rocíe directamente sobre las joyas y frótelas o límpielas suavemente. Recuerde enjuagar todo con agua cuando termine. Recuerde que este método solo se puede utilizar con oro, platino, plata y diamantes, ya que las sustancias químicas utilizadas en la mayoría de los limpiadores de cristales pueden dañar otras piedras y metales.
¡ADVERTENCIA! Recuerda que algunos métodos funcionan mejor con determinados tipos de joyas. Por ejemplo, las piedras preciosas blandas no soportan los métodos de limpieza más agresivos destinados, por ejemplo, al oro y al platino. Asegúrate de saber exactamente de qué está hecha.
¿Se puede llevar oro todo el tiempo? Acciones que pueden dañar las joyas
El oro, especialmente el de mayor quilate, es susceptible de sufrir arañazos y abolladuras. Por lo tanto, asegúrese de guardarlo adecuadamente. Lo mejor es mantenerlo alejado de la luz solar directa, el calor y la humedad para evitar que se mate o se decolore. Por ejemplo, en una caja blanda o envuelto en un paño suave. Evite guardar los objetos de oro junto con piedras preciosas o metales más duros que puedan rayarlos. Durante algunas actividades, es necesario quitarse las joyas de oro para evitar que se dañen.
