Una vez más, hemos pasado el verano en un infierno de sucesivas olas de calor. La culpa es del calentamiento global, del que todos somos responsables. Los científicos lo confirman hoy por fin. Pero también señalan a algunas empresas que lo son aún más.
Los combustibles fósiles son los responsables de las olas de calor sofocantes que estamos sufriendo desde principios de siglo
Han estudiado 213 olas de calor que se produjeron en todo el mundo entre 2000 y 2023. Todas ellas causaron pérdidas humanas y económicas. Y la tendencia es clara. «El cambio climático ha hecho que cada una de estas olas de calor sea más probable e intensa, y la situación ha empeorado con el tiempo», afirma Yann Quilcaille, autor principal del estudio. Para los amantes de las cifras, esto significa, por ejemplo, que, en comparación con el periodo 1850-1900, el calentamiento global antropogénico ha multiplicado por 20 la probabilidad de olas de calor entre 2000 y 2009, y hasta por 200 entre 2010 y 2019.
Los investigadores no se detuvieron ahí. También quisieron identificar a los principales responsables del fenómeno. Revelan que la contribución de solo 14 de las 180 empresas más importantes emisoras de gases de efecto invernadero del mundo —las que explotan combustibles fósiles o producen cemento— es equivalente en esta materia a la de las otras 166. Entre ellas, como era de esperar, se encuentran Saudi Aramco, Gazprom y ExxonMobil.
Más allá de las olas de calor
«Los estudios anteriores se centraban principalmente en las emisiones de las personas y los países. Hemos decidido centrarnos en los grandes emisores industriales, explica Yann Quilcaille. Porque su huella de carbono es elevada. Y porque estas empresas han seguido persiguiendo sus intereses económicos, a pesar de que desde los años 80 sabían que la explotación de las energías fósiles provocaría el calentamiento global. Consideramos que tienen una responsabilidad adicional».
La ciencia dispone ahora de los medios para establecer claramente esta responsabilidad. ¿Para aplicar de forma más estricta el principio de «quien contamina paga»? Son los políticos quienes deben tomar el relevo. Los investigadores, por su parte, ya se centran en otros tipos de fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias torrenciales o las sequías.
