Una mujer se sentía frustrada porque nada de lo que probaba conseguía eliminar la grasa de la puerta de su horno, hasta que probó un ingrediente sencillo que funcionó de maravilla.
Las puertas grasientas del horno se encuentran entre las tareas de limpieza más difíciles de cualquier cocina, ya que la suciedad quemada se adhiere obstinadamente al cristal, por mucho que se frote. Internet está lleno de trucos caseros y sugerencias de productos, entre los que destacan productos de limpieza básicos como vinagre blanco y bicarbonato de sodio, o cremas de alta potencia.
Sin embargo, a menudo resultan insuficientes cuando se trata de grasa incrustada y espesa. Becca Dwyer, miembro del grupo de Facebook Mrs Hinch Cleaning Tips and Tricks, lo descubrió por las malas mientras ayudaba a su madre a limpiar el horno. Afortunadamente, encontró una solución que funciona incluso con las manchas más rebeldes y deja la puerta de su horno «relucente» una vez más.

Ella escribió: «Hola. Este es el cristal de la puerta del horno de mi madre. Hoy estaba limpiando su horno, ya que ella no puede agacharse. He probado con la pasta Pink Stuff, la crema Elbow Grease, pastillas para el lavavajillas, cápsulas Aerial, bicarbonato de sodio y vinagre, pero nada ha funcionado».
A pesar de la gran popularidad del bicarbonato de sodio y el vinagre como dúo limpiador, resulta que la ciencia no respalda este truco.
Incluso los especialistas de Dri-Pak están en contra, y afirman: «Una cosa que no es realmente la mejor solución, a pesar de los muchos consejos que se encuentran en Internet, es utilizar bicarbonato de sodio y luego añadir vinagre blanco.
«El efecto se verá reducido porque el ácido del vinagre blanco neutraliza la alcalinidad del bicarbonato sódico, y es precisamente eso lo que disuelve la grasa».
Según Becca, la solución a sus problemas vino de un cambio inesperado pero sencillo.

Ella dijo: «Alguien me sugirió cristales de sosa y funcionó mucho mejor que cualquier otra cosa que hubiera probado. Ahora está reluciente».
Dri-Pak respalda esto con una brillante recomendación del producto: «Los cristales de sosa son excelentes para disolver la grasa y actuar sobre los restos de comida quemados y difíciles de eliminar».
Los cristales se pueden aplicar en forma de solución o rociar en forma líquida, y luego se dejan reposar durante 20 minutos antes de limpiarlos. Para las manchas más difíciles, los cristales de sosa secos ofrecen una suave acción abrasiva para eliminar cualquier resto de suciedad.