¿Es saludable o quizás arriesgado? Dormir con la ventana abierta no es solo una cuestión de preferencias. La elección también puede afectar a la salud y al bienestar. Un estudio realizado en la Universidad Técnica de Dinamarca da que pensar.
Algunas personas no se imaginan dormir sin una ventana entreabierta, incluso en las frías noches de invierno. Otras, en cambio, prefieren las ventanas bien cerradas y las cortinas corridas, creyendo que es la mejor manera de disfrutar de un sueño saludable y reparador. ¿Qué enfoque es mejor? Te lo explicamos.Conoce el contexto con IA¿Por qué algunas personas prefieren dormir con las ventanas cerradas?¿Cuáles son las ventajas de dormir con la ventana abierta?¿Qué riesgos puede suponer dormir con la ventana abierta?¿Cuáles son las condiciones óptimas para dormir según los expertos?
El aire fresco se asocia con la relajación y la regeneración, y con razón. Una circulación adecuada del aire en el dormitorio puede mejorar su calidad, lo que a su vez se traduce en un sueño más profundo y reparador. El aire demasiado seco o contaminado en una habitación puede dificultar la respiración, lo que provoca despertares frecuentes durante la noche. Por lo tanto, una ventana abierta parece la solución natural, ya que permite renovar el aire y reducir su temperatura.

No en vano, muchas personas afirman que duermen mejor «al aire libre», por ejemplo, en una casa junto al lago o en la montaña. Los expertos coinciden en que la temperatura óptima en el dormitorio debe oscilar entre 17 y 19 °C. Una temperatura demasiado alta puede alterar la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño saludable, lo que dificulta conciliar el sueño y empeora la calidad del descanso nocturno.
Un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca llevó a cabo un estudio de dos semanas en 40 dormitorios de Dinamarca. Los resultados son inequívocos. Hasta el 87 % de los participantes que dormían con la ventana abierta declararon que su sueño era profundo y reparador. En comparación, en el grupo de personas que dormían con las ventanas cerradas, este porcentaje fue del 70 %. Además, los participantes que utilizaban la ventilación natural obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas matutinas.
¿Es siempre beneficioso dormir con la ventana abierta?
A pesar de las numerosas ventajas de dormir con la ventana abierta, hay que tener en cuenta que no siempre es la mejor solución. Las corrientes de aire excesivas, el ruido del exterior o el aire húmedo pueden perturbar el sueño en lugar de favorecerlo. En los meses más fríos, aumenta el riesgo de enfriamiento del cuerpo, lo que puede provocar resfriados, dolor de garganta o agravar los problemas de sinusitis.

Tampoco hay que olvidar los alérgenos, como el polen, el polvo o la contaminación atmosférica, que pueden entrar en el dormitorio a través de la ventana abierta. Esto puede resultar especialmente molesto para las personas con alergias o asma. Además, en verano, una ventana abierta es una invitación para los insectos, como los mosquitos, que pueden arruinar una noche tranquila.
Dormir con la ventana abierta puede ser beneficioso sobre todo para las personas que viven en zonas tranquilas y silenciosas y no tienen problemas de alergias. Esta forma de ventilación es especialmente adecuada en verano, cuando las altas temperaturas dificultan el sueño. Sin embargo, las personas mayores, los niños pequeños, las personas alérgicas y las personas con problemas circulatorios deben tener cuidado. En su caso, puede ser mejor ventilar el dormitorio antes de acostarse o utilizar un purificador de aire.