¿Mal olor en el fregadero y agua estancada? Utiliza un ingrediente sencillo que encontrarás en el armario de la cocina y agua hirviendo: es un método seguro que resolverá el problema en pocos minutos.
Un fregadero atascado es un problema que siempre surge en el momento menos oportuno. En lugar de recurrir a productos químicos corrosivos, vale la pena utilizar un método sencillo y ecológico que funciona con la misma eficacia y, al mismo tiempo, es seguro para las tuberías y nuestra salud. Basta con un producto que todos tenemos en la cocina: la sal.
Viértela en el desagüe y échale agua hirviendo. ¿Por qué funciona?
La sal de cocina es un cristal natural que, en contacto con el agua caliente, actúa como abrasivo y desinfectante. Su estructura granulada afloja mecánicamente los restos de grasa y sedimentos en las tuberías, y el agua hirviendo los disuelve y los elimina. De esta manera, eliminamos los atascos y la fuente del mal olor sin necesidad de utilizar productos químicos agresivos.
¿Cómo se utiliza la sal para desatascar el fregadero?
Es muy sencillo:
- echo 5 cucharadas de sal de cocina directamente en el desagüe,
- vierto lentamente 2 litros de agua hirviendo,
- y, al cabo de unos minutos, compruebo el resultado; normalmente, el fregadero empieza a funcionar inmediatamente.
Este método funciona no solo en el fregadero de la cocina, sino también en el desagüe de la bañera o el lavabo.
¿Sal o bicarbonato? ¿Qué elegir?
Aunque el bicarbonato con vinagre es un remedio casero muy popular, la sal tiene la ventaja de eliminar mejor las obstrucciones de grasa. Actúa de forma más mecánica y, al mismo tiempo, no produce espuma, que a veces puede acumularse en el sifón. Sin embargo, para obtener un efecto más potente, se puede mezclar sal y bicarbonato en proporciones iguales y, a continuación, verter vinagre y agua hirviendo sobre la mezcla, con lo que se consigue un doble efecto: abrasivo y químico.
¿Por qué la sal es mejor que los productos químicos corrosivos?
Los productos que se venden en las tiendas contienen hidróxidos y sustancias muy corrosivas que disuelven los residuos orgánicos, pero al mismo tiempo dañan las tuberías, especialmente las juntas de plástico y goma. También pueden ser peligrosos para los miembros del hogar y el medio ambiente.
La sal, por el contrario:
- no daña las tuberías,
- es segura para la salud,
- no emite vapores tóxicos,
- actúa de forma rápida y eficaz en caso de atascos comunes.
¿Cuándo recurrir a métodos más radicales?
Si la sal con agua hirviendo no da resultado y el agua sigue estancada en el fregadero, puede significar que hay una obstrucción más grave, por ejemplo, restos de grasa o pelo incrustados en profundidad. En ese caso, vale la pena:
- probar con un desatascador de goma o una espiral hidráulica,
- desmontar el sifón y eliminar manualmente los sedimentos,
- como último recurso, llamar a un fontanero si el problema se encuentra en las tuberías de desagüe más profundas de la instalación.
Prevención: la clave para un desagüe limpio
Para evitar que las tuberías se atasquen con frecuencia, basta con verter 2-3 cucharadas de sal en el desagüe una vez a la semana y verter agua hirviendo sobre ellas. Este ritual actúa como un exfoliante natural para las tuberías, que evita la acumulación de grasa y restos de comida. De este modo, el fregadero permanece despejado y la cocina libre de olores desagradables.
