El electrodoméstico que todos tenemos y que consume tanto como 65 frigoríficos encendidos al mismo tiempo

Más que práctico, el horno eléctrico es indispensable para todas las personas que cocinan un poco. Poca gente lo sabe, pero este electrodoméstico cotidiano esconde un apetito energético capaz de devorar hasta 65 frigoríficos encendidos al mismo tiempo. Veamos cómo dominarlo para reducir la factura.

El horno eléctrico: el mejor aliado en la cocina, el peor enemigo en la factura

Es imprescindible. Algunos electrodomésticos están presentes en casi todos los hogares, y el horno eléctrico es uno de ellos. El problema es que la mayoría de la gente no se da cuenta de lo mucho que consume su horno. Es de sobra conocido que un frigorífico tiene un peso considerable en la factura de la luz. También sabemos que una secadora en funcionamiento consume bastante. Un horno eléctrico que calienta mucho consume aún más.

Un horno eléctrico suele tener una potencia de entre 2000 y 5000 W. En la práctica, esto puede suponer entre 40 y 90 kWh al mes, dependiendo de la frecuencia y la duración de las cocciones. A modo de comparación, un frigorífico suele tener una potencia nominal de entre 300 y 800 W.

electrodoméstico

¿Por qué tanta diferencia? Simplemente porque el horno debe generar y mantener altas temperaturas, mientras que el frigorífico solo estabiliza el frío interno. El resultado es que, cuando el horno se calienta, la curva de consumo se dispara y puede equivaler, en un momento dado, al funcionamiento de decenas de frigoríficos.

Un estudio realizado en 100 hogares ha demostrado que un horno eléctrico puede alcanzar los 224 kWh al año. Otros aparatos de uso diario, como el frigorífico, casi nunca alcanzan estas cifras. Evidentemente, todo varía en función del tamaño, el modelo y el tiempo de uso de los hornos: es lógico que cuanto mayor sea la potencia y la duración de funcionamiento, mayor sea el consumo energético.

panel del horno eléctrico donde siempre se muestra la hora

Algunos modelos de hornos eléctricos consumen electricidad incluso cuando están apagados (bueno, en modo de espera). Estos suelen mantener un reloj (o un panel más grande) encendido en modo de espera. Un estudio realizado en viviendas de midió un consumo medio en modo de espera de aproximadamente 67 W por hogar, lo que supone entre el 5 % y el 26 % del consumo anual total. Dejar los aparatos enchufados sin usar puede salir mucho más caro de lo que creemos…

Cómo cocinar sin disparar la factura

Buenas noticias: podemos seguir disfrutando del horno sin arruinarnos. Basta con adoptar algunos hábitos:

  • Optimizar los ciclos: aproveche el mismo precalentamiento para cocinar varios platos a la vez.
  • Apagar un poco antes de terminar: apague el horno unos minutos antes; el calor residual terminará la cocción.
  • Evitar abrir la puerta con demasiada frecuencia: cada vez que se abre, el horno pierde calor y tiene que volver a subir la temperatura.
  • Desenchufar después de su uso (si su modelo permanece en modo de espera): es la forma más sencilla de evitar el derroche de energía.