Las cápsulas de lavado iban a ser una revolución en el cuidado doméstico de la ropa: cómodas, con una dosificación precisa y fáciles de usar. Basta con echarlas y listo. El problema es que hasta 6 de cada 10 personas las utilizan de forma incorrecta, lo que provoca manchas en la ropa, un lavado insuficiente e incluso problemas con la lavadora.
Resulta que introducir una cápsula en la lavadora no es tan sencillo. Antes de encender el aparato, conviene leer atentamente la información proporcionada por el fabricante del detergente. Algunas de ellas pueden sorprenderte, y no se trata solo de dónde se debe colocar la cápsula.
¿Dónde colocar la cápsula de detergente?
Los expertos subrayan que la cápsula siempre debe colocarse en el fondo del tambor vacío de la lavadora. Es la única forma de que funcione eficazmente. No debe introducirse en el compartimento para detergente ni colocarse entre la ropa. La cápsula debe estar en contacto directo con el agua, lo que garantiza su disolución uniforme y la activación de los detergentes en el momento adecuado del ciclo de lavado.
Primero la cápsula, luego la ropa. Esta es la regla básica que, lamentablemente, muchas personas no siguen
Errores más comunes en el uso de cápsulas de lavado
El uso incorrecto de las cápsulas puede provocar diversos problemas. Colocarlas sobre la ropa a menudo hace que la cubierta no se disuelva, lo que deja manchas y marcas. Un error aún más grave es colocar las cápsulas en el compartimento del detergente. En tal caso, es posible que la cubierta no se disuelva correctamente y que los restos de detergente obstruyan los conductos de la lavadora, causando daños.
Incluso una cápsula colocada correctamente no se disolverá en un tambor demasiado lleno. Se recomienda dejar entre un 20 y un 25 % de espacio libre en la lavadora.
Las cápsulas están diseñadas para disolverse en agua fría, pero en el caso de programas ultraeconómicos, como «15 °C» o «programa de 15 minutos», es posible que no funcionen correctamente. Para evitar manchas, es recomendable ajustar la temperatura a un mínimo de 30 °C.
Tocar las cápsulas con las manos mojadas puede provocar su disolución prematura y dañarlas. Para evitarlo, introdúzcalas siempre con las manos secas.
Tampoco se deben dividir las cápsulas en porciones más pequeñas. Se debe utilizar siempre la totalidad.
Las cápsulas de lavado, aunque son cómodas, no son adecuadas para todas las situaciones. No deben utilizarse en programas cortos, en lavados a mano, a temperaturas extremadamente bajas ni para tejidos delicados que puedan requerir detergentes especiales.
