Cuando hacemos la compra, el aspecto del envase del producto es lo último en lo que nos fijamos. A menudo echamos productos al carrito y luego los utilizamos en la cocina sin pensarlo dos veces. Sin embargo, resulta que los consumidores pueden llevarse una desagradable sorpresa. ¿Qué es el bombazo y cuáles pueden ser sus consecuencias para la salud?
El abombamiento es un defecto del envase que no solo afecta a su aspecto estético. Consumir un producto de un envase con este defecto puede tener consecuencias para la salud. Un producto que presenta este defecto no es apto para el consumo bajo ningún concepto. Esto significa que en el envase pueden desarrollarse microorganismos y bacterias nocivos.

El consumo de un producto afectado por este defecto puede provocar una intoxicación alimentaria grave y síntomas como vómitos, dolor abdominal o diarrea. En casos extremos, también puede provocar una intoxicación muy peligrosa por botulismo.
Reconocer si un producto se ha visto afectado por el bombeo es muy sencillo.

Hay que fijarse en si el envase presenta abultamientos, defectos o deformaciones evidentes. Si hemos comprado un producto y queremos asegurarnos de que no está afectado por el bombeo, conviene comprobar su olor. El problema del bombeo suele afectar a platos preparados, alimentos enlatados, conservas, zumos o carne en envases plastificados.
Por lo tanto, si no estamos seguros de si el producto contiene bombardeo, lo mejor es no consumirlo. Si observamos un envase abombado en la tienda, es importante informar al personal. También hay que prestar siempre atención al aspecto del envase que se echa al carrito y a la fecha de caducidad.