La ternera es una de las carnes más tiernas y sabrosas que podemos encontrar en las tiendas. No solo se caracteriza por su aroma único, sino también por sus valiosas propiedades saludables, gracias a las cuales favorece nuestra salud y el buen funcionamiento del organismo. Te aconsejamos cómo prepararla si decides introducirla en tu dieta. Descubre por qué vale la pena hacerlo.
Por ternera se entiende normalmente la carne procedente de animales cuyo peso antes del sacrificio no superaba los 300 kg. Se trata de una carne roja que destaca por su delicadeza y sabor. Es fácil de digerir y tiene un color rosa claro, además de contener menos grasa que otros tipos de carne. Por ello, destaca por sus propiedades saludables.
¿Por qué vale la pena comer ternera?
La ternera es una carne saludable que contiene muchos nutrientes. Gracias a ellos, ayuda a nuestro organismo proporcionándole los componentes más necesarios. En la carne encontramos, sobre todo, una gran cantidad de proteínas de fácil digestión. En 100 g hay hasta 20-24 g de proteínas. Además, contiene minerales como zinco, potasio, calcio, hierro, magnesio, sodio o fósforo, así como vitaminas del grupo B.
La carne de ternera también contiene ácido linoleico CLA. Se trata de un tipo de grasa con propiedades saludables extraordinarias. Su consumo ayuda a acelerar la reducción de la grasa corporal, mejora la mineralización de los huesos y tiene efectos bactericidas y antioxidantes. De este modo, retrasa el proceso de envejecimiento del organismo, elimina los efectos nocivos de los radicales libres y previene el desarrollo de muchas enfermedades, como la arteriosclerosis o la diabetes tipo B.
Por su parte, el contenido de vitaminas del grupo B, como la tiamina, la riboflavina o la niacina, favorece el buen funcionamiento del corazón y del sistema circulatorio, y tiene un efecto positivo sobre el cerebro y el sistema nervioso, así como sobre la piel y las membranas mucosas.
La carne de ternera también contiene una gran dosis de hierro, que es especialmente importante para las personas que padecen anemia. Además, la gran cantidad de colágeno que contiene la ternera tiene un efecto positivo en el desarrollo del tejido óseo de los niños y en los huesos y articulaciones de las personas mayores.
¿Cuánto cuesta la ternera?
Es una carne bastante cara, por lo que mucha gente rara vez la elige. Sin embargo, su sabor único y sus numerosas propiedades saludables hacen que merezca la pena incluirla en nuestra dieta. Un kilo de carne de ternera, dependiendo del proveedor y la calidad, puede costar entre 14 y 23 eur. En algunos casos, su precio puede llegar incluso a los 35 eur por kilo. Pagaremos menos por los huesos y las vísceras.Un kilo de hígado, corazón o pulmones de ternera cuesta entre 4.7 y 14.18 eur.
La encontraremos en carnicerías y supermercados. Las tiendas online también ofrecen una gran selección y precios atractivos. Sin embargo, antes de comprar ternera, asegurémonos de que proviene de un proveedor fiable y cuenta con los certificados adecuados que confirmen su alta calidad.
¿Cómo se prepara la ternera?
La ternera es una carne delicada que requiere una preparación adecuada para sacar todo su sabor. Hay que tener en cuenta que esta carne se seca rápidamente si se cocina demasiado tiempo. Por eso, hay que tener cuidado de no pasarse.
Antes de asarla o grillarla, es recomendable marinar la ternera. De este modo, nos aseguraremos de que la carne quede jugosa y tenga un sabor más intenso. Para ello, podemos utilizar aceite de oliva, ajo, nuestras hierbas favoritas, zumo de limón o vinagre balsámico.
Si freímos la ternera, debemos tener mucho cuidado. Basta con freírla brevemente a fuego lento o medio, durante unos 2-4 minutos por cada lado, para obtener un trozo de carne tierno y jugoso. En el horno, suelen bastar entre 25 y 40 minutos, dependiendo del tamaño del molde en el que se ase la ternera. Es muy importante dejar reposar este tipo de carne. Es recomendable dejarla reposar unos 5-10 minutos para que los jugos se distribuyan uniformemente. Solo entonces se corta la carne.
La ternera combina muy bien con verduras, especialmente con aquellas que adquieren mucho sabor al guisarlas. Vale la pena combinarla con cebolla, apio, zanahoria o patatas. No solo le aportarán un aroma adicional, sino que también ayudarán a mantener la humedad adecuada de la carne.
