Durante las reformas, cada vez se renuncia más a las cabinas tradicionales con puertas y umbrales. Las sustituye una tendencia elegante y funcional procedente directamente de Italia: las duchas walk-in con una sola pared fija. Se trata de una solución que combina comodidad, estética y minimalismo, al tiempo que cambia la forma de percibir el espacio.
Hace unos años, era difícil imaginar un cuarto de baño sin una cabina de cristal o un plato de ducha de plástico. Hoy en día, cada vez más personas optan por duchas abiertas sin umbral, llamadas italianas. Su diseño es muy sencillo: un único panel de cristal fijo, sin puertas y sin umbrales en el suelo. Gracias a ello, la estancia parece más grande y la limpieza resulta más fácil. Aunque esta tendencia surgió en el sur de Europa, está ganando rápidamente popularidad también en Polonia, ya que combina estilo y practicidad.

Elegancia moderna sin barreras. La ducha italiana conquista los cuartos de baño europeos
Estas duchas han ganado el reconocimiento de los diseñadores de interiores por combinar funcionalidad y estética. Su mayor ventaja es la ausencia de umbrales y marcos, lo que crea una sensación de espacio abierto y luminoso. El agua se escurre directamente por el desagüe del suelo, lo que facilita el uso de la ducha a las personas mayores y a los niños. Como destaca el sitio web Naciodigital.cat, estas duchas gozan de gran popularidad, especialmente en apartamentos y hoteles modernos, donde se apuesta por el espacio y el confort. Estas soluciones funcionan bien no solo en baños grandes, sino también en los más pequeños, donde cada centímetro cuenta. El aspecto minimalista de las duchas italianas aporta ligereza y un carácter moderno al interior.
Mantener la limpieza en las cabinas de ducha tradicionales a menudo requiere pulir diariamente los cristales y las juntas. La ducha italiana elimina este problema, ya que no tiene puertas ni elementos móviles. Es una solución que permite disfrutar de un bonito cuarto de baño sin tener que dedicar mucho tiempo a la limpieza. La ausencia de perfiles metálicos significa que hay menos lugares donde se puede acumular la cal y la humedad. Además, el suelo uniforme y la delicada pared de vidrio templado combinan perfectamente con los azulejos modernos, la piedra o el microcemento.

Las cabinas de ducha bajo la lupa. Minimalismo y elegancia en lugar de los clásicos de la década pasada
Las cabinas de ducha han experimentado una gran metamorfosis. En lugar de perfiles blancos y vidrio estampado, hoy en día predominan las formas simples y la simetría. «La forma pura y la armonía son cada vez más a menudo factores decisivos a la hora de elegir un modelo», afirma Artur Banasiak, director de producto de Sanitec Koło. Milena Kozłowska, de Sanplast, añade que los clientes no solo prestan atención al aspecto, sino también a la funcionalidad: las bisagras, los perfiles y el sistema de apertura deben ser estéticos y prácticos. Las cabinas walk-in, en consonancia con las tendencias minimalistas en el diseño de interiores, se instalan cada vez con más frecuencia.
La belleza requiere planificación. Sin un buen diseño, una ducha italiana no funcionará
Para que esta estructura funcione correctamente, es necesario planificar cuidadosamente la instalación. Es fundamental que el suelo tenga la pendiente adecuada para que el agua pueda fluir libremente. También es importante un sellado sólido y la elección de un desagüe lineal que no perturbe el efecto minimalista. Como señala el portal Idealhome.co.uk, los errores de montaje son una de las causas más frecuentes de problemas de desagüe en este tipo de sistemas. Los expertos recomiendan que el diseño se realice ya en la fase de planificación del cuarto de baño y que los trabajos los realice un especialista con experiencia. De este modo, se evitarán problemas de inundación del suelo o malos olores procedentes del alcantarillado. Se trata de un detalle que influye en la comodidad de uso durante muchos años.