Malasia ha utilizado pintura que brilla en la oscuridad en las carreteras en lugar de bombillas, pero hay un problema

Para iluminar sus carreteras por la noche, Malasia ha encontrado un método innovador sobre el papel: pintura brillante en lugar de bombillas, pero esta presenta un problema importante.

Con el fin de mejorar la seguridad vial, Malasia ha sorprendido con la introducción de marcas fosforescentes para iluminar las carreteras por la noche, según informa el Straits Times. Este innovador proyecto piloto se puso en marcha en un tramo de 245 metros en el distrito de Hulu Langat. Sin embargo, el Gobierno malasio se dio cuenta demasiado tarde de que esta tecnología planteaba un enorme problema para un país como este.

pintura brillante en lugar de bombillas

Una idea brillante para iluminar las carreteras por la noche, pero…

La pintura fotoluminiscente tiene como objetivo sustituir los reflectores y otras bombillas con el mismo efecto, con el fin de garantizar una excelente visibilidad nocturna, incluso en condiciones meteorológicas adversas. Inaugurado en 2023 en Malasia, el proyecto recibió una gran aprobación por parte de los conductores. Antes de su implementación, los tramos de carretera implicados carecían de alumbrado público, lo que hacía difícil, e incluso peligroso, su uso por la noche.

Según Alexander Nanta Linggi, ministro de Obras Públicas de Malasia, la pintura produce un brillo constante, lo que podría resultar crucial en las carreteras rurales que carecen de infraestructura de alumbrado. A pesar de estas ventajas, el Gobierno se enfrentó posteriormente a un obstáculo importante: esta tecnología tiene un coste exorbitante en comparación con los métodos tradicionales de señalización de carreteras, que incluyen pintura más convencional y bombillas para señalizar el trazado por la noche, según el sitio web Paultan.

La pintura fotoluminiscente tiene como objetivo sustituir los reflectores

De hecho, la pintura utilizada en las carreteras malasias cuesta alrededor de 749 ringgits malasios (876 euros) por metro cuadrado, frente a los 40 ringgits malasios (47 euros) de las marcas tradicionales. En otras palabras, la pintura fotoluminiscente cuesta aproximadamente 20 veces más que un método de señalización estándar. Este elevado coste ha llevado al Gobierno a reconsiderar seriamente su viabilidad para un uso a mayor escala en otras carreteras del país. A pesar de las pruebas en curso y del apoyo del público, el Gobierno dio marcha atrás a finales del año pasado. El caso de Malasia plantea cuestiones sobre el equilibrio entre innovación y coste en el diseño de las infraestructuras públicas. ¿Es este coste un precio justo por la seguridad? Al parecer, los dirigentes malayos no parecen dispuestos a pagar tal precio.