Al observar a las personas que me rodean, me he dado cuenta de algo sorprendente: disfrutar plenamente de la vida a los 60 y 70 años no solo se reduce a lo que hacemos, sino también a lo que dejamos de hacer. Muchas personas siguen aferrándose a hábitos que les frenan, les restan energía o limitan su felicidad, a menudo sin siquiera darse cuenta.
Estos comportamientos pueden erosionar poco a poco la calidad de vida. Sin embargo, liberarse de estos hábitos puede transformar por completo estos años: se gana en vitalidad, serenidad, placer por pasar tiempo con los seres queridos y sensación de utilidad.
Al observar a los demás, resulta evidente que quienes logran que sus 60 y 70 años sean períodos plenos son aquellos que han tenido el valor de decir adiós a ciertos comportamientos. Es esta capacidad de soltar lo que nos retiene lo que abre el camino a una vida más rica, más alegre y más plena de sentido.
Así que, si quieres que tus años después de los 60 sean los mejores de tu vida, empieza por observar qué podrías dejar de hacer… y da el paso.
1. Dejar de lado lo que le gusta hacer
Al concentrarse en las obligaciones, la familia o la vida cotidiana, muchos dejan de lado lo que más les gusta. Se dicen: «Ya lo veré más adelante» o «Ya no es para mí».
Sin embargo, seguir viviendo nuestras pasiones nos aporta energía, motivación y alegría. Ya sea pintar, caminar, escuchar música, hacer jardinería, viajar o aprender, hacer lo que nos gusta enriquece profundamente la vida.

Si quieres que tus 60 y 70 años sean los mejores de tu vida, tómate el tiempo para redescubrir tus deseos, explorar lo que te motiva y dedicar tiempo a tus pasiones.
No dejes pasar los años sin darte el derecho a hacer lo que te hace feliz.
2. Decir «Soy demasiado mayor para eso»
En cuanto empiezas a creer que eres demasiado mayor para algo, te impones límites.
Ya sea aprender algo nuevo, probar una nueva actividad o conocer gente nueva, tu mentalidad suele frenarte mucho más que tu edad.
Hay personas mayores de 60 años que crean su propia empresa, aprenden a tocar un instrumento, viajan por todo el mundo e incluso corren maratones.
La edad no es un obstáculo: lo es tu mentalidad.
Si quieres que tus años después de los 60 sean los más bonitos de tu vida, deja de permitir que un número defina tus límites.
Mantén tu curiosidad, atrévete con lo nuevo y sigue evolucionando.
3. Decir «algún día»
Es fácil caer en la trampa de decirse a uno mismo que hará algo «algún día»: algún día viajará, algún día hará esto o aquello, empezará una actividad o volverá a ponerse en contacto con viejos amigos.
Pero la realidad es que nada está garantizado. Cuanto más espere, menos posibilidades tendrá de que eso ocurra.
Si quieres que tus 60 y 70 años sean los mejores de tu vida, deja de posponer las cosas.
Atrévete con nuevas experiencias, dedica tiempo a lo que realmente importa y empieza ahora mismo a vivir la vida con la que siempre has soñado.
4. Descuidar el cuerpo
Muchos piensan que al envejecer hay que reducir el ritmo. Pero eso no es inevitable.
Según el Cardiovascular Health Study, las personas de 70 años que se mantienen físicamente activas tienen un riesgo mucho menor de padecer enfermedades cardiovasculares y unos indicadores de salud cardíaca mucho mejores que las personas sedentarias de la misma edad, a veces similares a los de personas mucho más jóvenes.
Hacer ejercicio no es solo una cuestión de apariencia: también es una forma de sentirse bien.
El movimiento mantiene las articulaciones flexibles, el corazón fuerte y la mente ágil. Y nunca es demasiado tarde para empezar.
Para disfrutar plenamente de esta etapa de la vida, deje de considerar la actividad física como una opción. Conviértala en una prioridad y su cuerpo, y su mente, se lo agradecerán.
5. Guardar rencor
Durante mucho tiempo pensé que guardar rencor me daba cierto control.
Cuando alguien me hacía daño, repasaba la escena una y otra vez en mi cabeza, convencida de que mi enfado estaba justificado.
Con el tiempo, comprendí que el rencor no castigaba al otro, sino que me abrumaba a mí. No quería arrastrar esa negatividad.
Así que empecé a dejarlo ir: mantuve conversaciones difíciles, perdoné cuando fue posible y acepté lo que no podía cambiar.
¿Y adivinen qué? Fue liberador. Si quieren disfrutar plenamente de esta nueva etapa de su vida, no malgasten su energía rumiando viejas heridas.
Déjenlas atrás y concéntrense en lo que realmente les hace felices.
6. Permanecer en la negatividad
Es fácil caer en la trampa de quejarse: contra el mundo, contra los demás, contra todo lo que cambia.
Al principio, parece que nos desahogamos, pero con el tiempo, este hábito influye en nuestra visión de las cosas y nos hace más mal que bien.
Las personas con las que te relacionas también influyen. Estar constantemente rodeado de negatividad te agota y te impide ver el lado positivo de las cosas.
Las conversaciones se convierten entonces en fuentes de frustración en lugar de momentos de intercambio y alegría.
Para disfrutar plenamente de tus 60 y 70 años, presta atención a lo que dejas entrar en tu vida.
Da prioridad a las cosas positivas, rodéate de personas benevolentes y crea un entorno que te inspire y te alivie del estrés y las tensiones innecesarias.
7. Olvidarse de disfrutar del presente
Es fácil dejarse absorber por el pasado: recordar cómo era la vida, lo que se ha perdido o lo que nos hubiera gustado lograr.
Es igual de fácil preocuparse por el futuro: la salud, las finanzas, el tiempo que nos queda…
Pero el único momento que realmente le pertenece es el presente. La risa de un amigo, el calor del sol en su rostro, la simple alegría de una mañana tranquila: eso es lo que realmente enriquece la vida.

Si pasa demasiado tiempo mirando hacia atrás o anticipando el futuro, corre el riesgo de perderse lo que tiene justo delante.
Aprende a saborear cada momento y a disfrutar de las pequeñas cosas del día a día.
8. Resistirse al cambio
La vida está en constante evolución, lo queramos o no. El mundo avanza, la tecnología evoluciona y nuestros hábitos ya no son los mismos que hace unas décadas.
Luchar contra corriente solo genera frustración y resentimiento.
Aceptar el cambio, por el contrario, nos permite seguir involucrados, curiosos y abiertos a nuevas oportunidades.
Aprender cosas nuevas, experimentar nuevas formas de hacer las cosas y adaptarse al entorno puede hacer que la vida sea más emocionante y satisfactoria.
Si quieres que tus sesenta y setenta años sean los mejores de tu vida, deja de resistirte al cambio.
Considéralo una oportunidad para crecer, explorar y mantenerte conectado con el mundo que te rodea.
En resumen: el tiempo es valioso
La forma en que vivimos nuestros días es, en realidad, la forma en que vivimos nuestra vida.
Las investigaciones demuestran que las personas mayores que mantienen una actitud positiva, conservan fuertes vínculos sociales y siguen aprendiendo a lo largo de su vida reportan un mayor nivel de felicidad y realización personal.
Estos elementos contribuyen no solo a su bienestar psicológico, sino también a su salud física.
Por ejemplo, un estudio publicado en BMC Geriatrics descubrió que la felicidad percibida está asociada a un mejor estado de salud en las personas mayores.
Además, el Instituto de la UNESCO destaca las ventajas del aprendizaje permanente para las personas mayores: el compromiso con nuevas habilidades favorece su bienestar psicológico y su capacidad de adaptación.
Por otra parte, mantener buenas relaciones ha demostrado ser protector: los estudios muestran que los vínculos sociales están relacionados con una mejor cognición y una mayor longevidad.
Pero este tipo de vida no se construye por casualidad: es una elección, una elección de cada momento.
Cada momento pasado en la negatividad, resistiéndose al cambio o esperando el «momento adecuado» es un momento perdido.
Y cuanto más envejecemos, más nos damos cuenta del valor de esos momentos.
Si quieres que tus sesenta y setenta años sean los mejores de tu vida, no esperes más.
Deshazte de lo que ya no te sirve y haz espacio para lo que realmente importa.