Los paneles laminados son relativamente económicos, rápidos de instalar y fáciles de limpiar. Sin embargo, tienen un inconveniente: son sensibles a la humedad. Cuando se mojan, se abomban y se deforman, pero, afortunadamente, no siempre es necesario sustituirlos por completo. Te aconsejamos cómo salvar los paneles hinchados con un método recomendado por los profesionales de la instalación de suelos.
¿Por qué se hinchan los paneles laminados?
Los paneles laminados suelen parecerse mucho a las tablas de madera naturales, pero son mucho más baratos. Esta es la razón principal, aunque no la única, por la que muchas personas eligen este tipo de acabado para los suelos de su hogar. Este material es resistente a los arañazos y a la radiación UV, pero, por desgracia, no al agua.

Bajo la influencia de la humedad, los paneles laminados desarrollan abombamientos y deformaciones que estropean por completo el aspecto del suelo. Las causas pueden ser diversas: roturas de tuberías, fugas en válvulas, averías en electrodomésticos, derrames de líquidos o limpieza con una mopa húmeda y sin escurrir lo suficiente. Los más susceptibles de sufrir daños por la humedad son los paneles de baja calidad, que se hinchan tras un breve contacto con el agua.
¿Cómo salvar los paneles laminados hinchados?
A cualquiera le puede pasar que se le inunden los paneles con agua. Afortunadamente, si actuamos con rapidez, no será necesario realizar una costosa sustitución del suelo. Lo más importante es eliminar inmediatamente la causa de la humedad: proteger los aparatos o válvulas de los que sale el agua y secar la superficie. Sin perder tiempo, debemos apartar todos los objetos bajo los que pueda haber charcos.
¿Qué más se puede hacer? Vale la pena probar un viejo truco para los paneles hinchados que utilizan los profesionales de la instalación de suelos. Consiste en secar la superficie con una plancha y funciona mejor cuando el daño es reciente y relativamente pequeño. ¿Cómo salvar los paneles laminados hinchados? Aquí tienes las instrucciones paso a paso:

- Secamos los paneles abombados con una toalla de papel.
- Colocamos un paño de algodón suave sobre la zona dañada.
- Encendemos la plancha y la ajustamos a una temperatura media sin vapor (entre el punto 1 y el punto 2 del dial).
- Pasamos la plancha por el paño durante 3-5 minutos, comprobando cada poco tiempo si el panel se está alisando.
Después del tratamiento, es recomendable colocar un deshumidificador en la zona para ayudar a eliminar el exceso de humedad. No nos precipitemos a cubrir la zona reparada con una alfombra ni a colocar muebles sobre ella, ya que el suelo podría volver a deformarse.
Recuerde que cuanto más tiempo permanezca el agua sobre los paneles, mayor será el riesgo de que sufran daños irreversibles. Solo una reacción rápida nos permitirá salvar el suelo sin llamar a los profesionales y sin incurrir en gastos, únicamente con la ayuda de una plancha.