El café es más que una simple bebida. Es aromático, estimulante y un compañero inseparable de muchas mañanas. En la mayoría de los hogares, después de tomar una taza de café, quedan posos que suelen acabar en la basura. ¿Por qué tirarlos si pueden tener una función práctica en el hogar? Descubre los milagros que pueden hacer los posos de café guardados en la nevera.
Posos en la nevera: ¿cómo ayudan?
Los posos de café tienen mucho más que ofrecer de lo que parece. Desde hace años se utilizan como fertilizante natural para plantas de interior. También son un eficaz producto de limpieza con el que se pueden fregar, por ejemplo, ollas grasientas. Los posos también se pueden utilizar para combatir los insectos no deseados: basta con esparcirlos en un platillo cerca de la fruta para reducir la presencia de moscas. Pocas personas saben que estos discretos restos de café también son perfectos para neutralizar los olores en la nevera.
El frigorífico es el lugar donde guardamos diversos productos alimenticios, desde quesos, pasando por embutidos y pescado, hasta platos preparados. Cada vez que se abre la puerta, a menudo se percibe una desagradable mezcla de todos estos olores. Lo peor es cuando alguno de los productos se estropea, ya que el olor desagradable puede permanecer mucho tiempo después de haberlo retirado.
¡Ahí es donde entran en juego los posos de café! Su estructura porosa y sus fuertes propiedades absorbentes hacen que los posos absorban fantásticamente los aromas intensos y desagradables.

¿Cómo utilizar los posos para neutralizar los olores desagradables?
Después de preparar el café, basta con dejar que los posos se sequen, colocarlos en un cuenco y meterlos en uno de los estantes del frigorífico. Los posos deben estar secos, así evitarás que se enmohezcan. Vale la pena cambiarlos cada pocos días (como máximo una vez a la semana) para mantener la frescura en la nevera. Es una forma sencilla, ecológica y totalmente gratuita de combatir los olores desagradables sin necesidad de utilizar productos químicos agresivos y nocivos.
En una época de creciente conciencia ecológica, cada vez más personas buscan soluciones de «cero residuos». En lugar de tirar los posos de café, basta con darles… una segunda vida. De esta manera, no solo se reduce la producción de residuos, sino que además ya no es necesario comprar absorbentes de olores. Además, los posos de café son totalmente seguros: no liberan sustancias químicas y no reaccionan con los alimentos del frigorífico.
Posos de café: ¡no solo para la nevera!
Los posos de café son excelentes para neutralizar los olores en la nevera, pero su potencial es… mucho mayor.
- Puedes colocar los posos en los armarios de la cocina donde guardas productos con olores intensos (por ejemplo, cebolla, curry u otras especias).
- Los posos de café también funcionan muy bien en la papelera: basta con verterlos en el fondo para eliminar el olor desagradable que emana de la bolsa.
- También puedes utilizar los posos como ambientador natural en el coche. Para ello, mételos en una bolsita de algodón pequeña: neutralizarán los olores y dejarán un sutil aroma a café.

La próxima vez que prepares una taza de tu café favorito, no tires los posos, déjalos actuar. Sin embargo, debes recordar que los posos de café deben secarse bien antes de usarlos, ya que si están húmedos pueden favorecer el desarrollo de moho. Para ello, es recomendable esparcirlos en una capa fina sobre una toalla de papel y dejarlos secar completamente.