Los posos de café vertidos en el fregadero pueden crear un sedimento espeso en las tuberías y provocar atascos costosos. Te explico por qué ocurre esto y cómo deshacerte de los posos sin riesgos.
Cada mañana preparo café y, como mucha gente, automáticamente me deshago de los posos. He oído mitos de que verterlos en el fregadero refresca el desagüe y «limpia» las tuberías. Sin embargo, he analizado estudios y consultas con fontaneros. ¿El resultado? Los posos en el desagüe pueden causar más daño que beneficio.
¿Se pueden verter los posos de café en el fregadero? Lo he comprobado

En la práctica, los posos de café no se disuelven en el agua: son fibrosos, pesados y tienden a aglutinarse. En combinación con la grasa y los sedimentos orgánicos, forman en las tuberías una masa espesa y grasienta que se adhiere a las paredes del desagüe. Se trata de un mecanismo completamente diferente al de los residuos blandos o líquidos.
Los fontaneros señalan que, en la mayoría de los casos, los posos se quedan atrapados en el sifón, cuya forma en U favorece la sedimentación de las partículas más pesadas. Con el tiempo, se forma allí una capa que no solo ralentiza el flujo, sino que también puede bloquear completamente el desagüe. Los posos pueden combinarse con la grasa de la cocina, creando atascos duros y aglomerados en las tuberías.
¿Por qué es tan popular el mito de «limpiar las tuberías con posos»?
Muchas personas tienen la impresión de que los posos mejoran el olor del desagüe. Y, efectivamente, lo «cubren» por un momento. Sin embargo, esto solo enmascara el problema. Los posos no limpian las tuberías ni eliminan la grasa. Es más, se combinan con los restos de comida y aceleran la acumulación de sedimentos.

¿Qué hacer con los posos en lugar de tirarlos por el fregadero?
1. Compostaje. Los posos son ricos en nitrógeno y son un excelente complemento para el compost, siempre que se utilicen en pequeñas cantidades.
2. Limpiador natural. Los posos secos pueden utilizarse para fregar ollas, sartenes o quemadores, ya que son ligeramente abrasivos.
3. Absorbente de olores. Una vez secos, basta con verterlos en un recipiente pequeño y meterlos en la nevera.
4. Ahuyentar caracoles y hormigas del jardín. El olor del café les repele, pero solo hay que aplicar una capa fina para no acidificar demasiado el suelo.