Es la nueva arma que utilizan los ladrones para localizar su próximo objetivo: un dispositivo que los mecánicos encuentran cada vez con más frecuencia en los vehículos, en lugares donde sus propietarios nunca lo habrían visto.
Cualquiera puede ser objeto de este dispositivo y es prácticamente imposible protegerse contra él. ¿Quién tiene tiempo para registrar su coche de arriba abajo todos los días en busca de un pequeño detalle que casi nadie conoce? Y aunque lo hiciera, habría que acordarse… y saber dónde buscar. Por eso es el verdadero santo grial de los ladrones: muy asequible y fácil de encontrar en Internet, se instala en solo unos segundos en un vehículo, sin que su propietario se dé cuenta.
Con esta nueva técnica, los ladrones saben todo sobre su agenda y pueden pasar a la acción en el momento oportuno.Pero, sobre todo, cuando más lo necesitan. De hecho, no suelen ser pequeños delincuentes aislados en busca de una oportunidad. Detrás de esta trama se esconden, en realidad, vastas redes organizadas a las que se les encargan marcas, modelos o colores específicos de vehículos, e incluso piezas de recambio muy concretas.

Así, para robar un coche con total tranquilidad, cuando su propietario no está cerca o está ocupado, los estafadores utilizan localizadores GPS.
Los profesionales del automóvil afirman que descubren «cada vez más» a menudo localizadores ocultos en los coches de sus clientes, especialmente durante las revisiones. «El ladrón puede colocarlo directamente debajo del parabrisas, en la rejilla del radiador». Otros conductores también los han descubierto… dentro del retrovisor, ocultos detrás del espejo. Son conocidos los AirTag de Apple, pero hay muchos modelos similares que se venden a bajo precio en Internet. Estos rastreadores sirven para «estudiar los movimientos del vehículo y, por tanto, los hábitos de vida de los propietarios».

Afortunadamente, existen algunos trucos para intentar protegerse contra este fenómeno en auge.Aplicaciones gratuitas que se pueden instalar en el teléfono o detectores portátiles capaces de localizar las ondas emitidas por estas balizas, escaneando las señales extrañas (GSM, Bluetooth, WiFi, etc.) alrededor de su vehículo. Aunque su eficacia no está garantizada al 100 %, estas sencillas soluciones permiten una primera comprobación para las personas preocupadas por su seguridad.