Se acabó el papel de aluminio detrás de los radiadores: este truco mucho más eficaz calienta una habitación mucho más rápido

En noviembre, buscamos formas fáciles de subir la temperatura, aunque sea recurriendo a trucos persistentes.

El papel de aluminio detrás de los radiadores sigue siendo atractivo, pero no corrige la distribución desigual del calor. La verdadera solución es el equilibrado: un procedimiento sencillo, con una llave de purga, un destornillador, un termómetro digital y la válvula lockshield, para conseguir una calefacción uniforme en toda la habitación. Y si la instalación sigue siendo caprichosa a pesar de todo, es el momento de llamar a un especialista.

Adiós al papel de aluminio: por qué este truco no hace milagros

Cada año, con las primeras heladas, resurgen los trucos para calentar mejor la casa. Entre ellos, el famoso papel de aluminio colocado detrás de los radiadores es uno de los más habituales. Este método, práctico sobre el papel, tiene sin embargo sus limitaciones. Puede devolver un poco de calor a la habitación, pero no resuelve los problemas de distribución desigual. El resultado: habitaciones que siguen frías y un calor mal distribuido.

Hace frío en la habitación.

Y si sus radiadores están desequilibrados, este truco nunca optimizará su confort térmico. La buena noticia es que existe un método mucho más eficaz y duradero: el equilibrado de radiadores. No requiere complicados trabajos de bricolaje, solo un poco de tiempo y algunas herramientas sencillas.

El equilibrado de radiadores: una solución para un confort homogéneo

¿Qué es el equilibrado de radiadores? En pocas palabras, se trata de ajustar el caudal de agua caliente que circula por cada radiador de la casa. El objetivo: garantizar un calor similar en todas las habitaciones, incluso en las más alejadas de la caldera. Este método aborda directamente el problema, mientras que el papel de aluminio solo enmascara la desigualdad.

Regulación de los radiadores de calefacción

Una vez realizado el equilibrado con cuidado, cada radiador recibe la cantidad de agua necesaria para alcanzar la temperatura adecuada. El resultado: una casa agradable hasta en los rincones más recónditos, sin zonas frías ni desperdicio de energía, y un confort homogéneo en el día a día.

Cómo equilibrar sus radiadores en unos pocos pasos

La buena noticia es que usted mismo puede realizar el equilibrado. Pero tendrá que organizarse un poco. Esto es lo que necesitará:

  • Una llave de purga para eliminar el aire de los radiadores
  • Un ajustador o un pequeño destornillador para su válvula de cierre (la válvula ajustable en el lateral del radiador)
  • Un termómetro digital para comprobar las temperaturas

Primer paso: purgue los radiadores para eliminar el aire. A continuación, pase al ajuste de las válvulas de cierre. Comience por el radiador más cercano a la caldera y abra la válvula al máximo. Avance hacia los radiadores más lejanos reduciendo muy ligeramente la apertura de su válvula. De este modo, el agua caliente circulará de forma fluida y equitativa por todo el circuito.

El termómetro digital le permite comprobar que la temperatura se mantiene similar en todos los radiadores. Tómese el tiempo necesario para ajustarlos hasta obtener diferencias mínimas: el esfuerzo se verá rápidamente recompensado.

¿Y si el problema persiste?

A veces, a pesar de todo, el equilibrado manual no es suficiente. Las instalaciones antiguas o mal mantenidas pueden presentar casos más complejos. Si algunas habitaciones siguen frías o los radiadores calientan de forma irregular, es mejor llamar a un profesional. Un fontanero podrá diagnosticar con precisión la causa: válvula defectuosa, lodos en el circuito, bomba demasiado débil o regulación mal configurada.

Antes de sacar el rollo de papel de aluminio, pruebe este método. Un calor bien distribuido supone un ahorro de energía y un invierno bien calentito, sin concesiones.